COMUNICACIÓN Y COMPOSICION ORAL Y ESCRITA
GERMAN CHAPETA
DOCENTE
PRESENTADO POR
NIDIA PAOLA LOZANO
PAOLA ANDREA ARELLANO
UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER
INSTITUTO DE EDUCACION A DISTANCIA
BUCARAMANGA, 2007
TABLA DE CONTENIDO
1. INTRODUCCION
2. DESARROLLO DE ACTIVIDADES
2.1 INTERPRETACION DE CARACTERISTICAS TEXTUALES
2.2 CLASIFICACION DE PARRAFOS PRESENTES EN LAS
EN LAS UNIDADES DEL MODULO
Unidad I pagina 39
Unidad I página 44
2.3 NARRACION DE PARRAFOS
a) Párrafo Narrativo.
b) Párrafo descriptivo
c) Párrafo Expositivo
d) Párrafo argumentativo.
e) Párrafo Inductivo.
f) Párrafo deductivo.
g) Párrafo de introducción.
2.4 INTERPRETACION DE ENSAYOS
a) Ensayo clásico
b) Ensayo contemporáneo
2.5 MEMORIA DEL ESTUDIO REALIZADO AL MODULO
2.6 SINTESIS DE LAS CONSULTAS REALIZADAS EN LA
PAGINA WEB
2.7 COEVALUACION DE PRODUCCIONES
3. CONCLUCIONES
4. BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
Es para nosotros muy interesante el desarrollo de las competencias comunicativas desde el punto de vista de la producción, redacción y argumentación de un ensayo, un texto, un párrafo y demás que presentaremos en este trabajo para crear ventajas, conocer nuestros errores con el fin de corregirlos para una satisfacción a nivel laboral y personal.
DESARROLLO DE ACTIVIDADES
2.1 INTERPRETACION DE LAS CARACTERISTICAS Y PROPIEDADES TEXTUALES
DECRETO 2591 DE 1991 ACCION DE TUTELA Es un decreto muy interesante llamado acción de tutela, en el tendrán acceso todas las personas para reclamar ante el juez competente la protección inmediata cuando se ha violado o vulnerado uno de los derechos consagrados en la constitución; valga aclarar que a este solo se podrá recurrir cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial.
Este es un ejemplo muy claro donde se expresa las características y propiedades textuales ya que en el hay coherencia pues se selecciona un objetivo y se da la información, expectativas e intereses para ser cumplidas por nosotros los colombianos; además que su organización es muy notoria pues la separación de los artículos y capítulos que explican los diferentes procedimientos, sanciones y recursos que se deben tener en cuenta para un debido manejo por parte del interesado.
LEY 393 DE 1997 ACCION DE CUMPLIMIENTO
Fácilmente podemos decir que esta ley se encuentra todas las características de un texto por ejemplo,
¿Un para qué? Para poder acudir ante la autoridad judicial para hacer efectivo el cumplimiento de una ley o de un acto administrativo.
¿Un qué dice? Y ¿un para quién?
Cualquier persona podrá ejercer la acción de cumplimiento contra particulares o actos administrativos en primera instancia ante los jueces administrativos y en segunda instancia será competente el tribunal al cual pertenezca el Juzgado; este por ende procederá contra toda acción u omisión que incumpla las normas haciendo uso de la cavidad, improcedibilidad, informes, recursos, seguimientos y demás artículos contemplados en la respectiva ley.
Ahora bien me dirijo a las propiedades textuales, las cuales en primer lugar saco a relucir su adecuación por que se dirige con un léxico adecuado, pertinente y especifico de este campo.
En segundo lugar su orden permite que el lector comprenda más fácilmente el contenido pues cada articulo hace referencia a una sola cosa y si necesita aclararla o hacer excepciones inmediatamente va enlazada en el siguiente.
ARTICULO 13
Primero que todo es un texto que a diferencia del decreto y la ley su contenido es mas corto y se basa en un solo objetivo, incluyendo todas las propiedades de un texto las cuales para mi las mas relevantes son su coherencia y ortografía.
Este articulo tiene la intención de hacernos saber a los ciudadanos que somos iguales ante la ley y por tanto gozaremos de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin discriminación alguna. Para esto el Estado promoverá herramientas a los grupos menos favorecidos supliendo las necesidades básicas como son servicios publicos, educación, etc.
2.2 CLASIFICACION DE PARRAFOS
UNIDAD I PAGINA 39
PARRAFO II
CLASIFICACION DEL PARRAFO: NARRATIVO (porque nos narra una fabula).
CONECTORES: pero (su relación es de oposición).
PARRAFO III
CLASIFICACION DEL PARRAFO: NARRATIVO
CONECTORES: no se encuentran en este párrafo
PARRAFO IX
CLASIFICACION DEL PARRAFO: NARRATIVO
CONECTORES: pero (palabra de oposición)
PARRAFO X
CLASIFICACION DEL PARRAFO: NARRATIVO
CONECTORES: Enlaza el párrafo IX con este mediante la palabra sin embargo (relación de oposición)
PARRAFO XII
CLASIFICACION DEL PARRAFO: NARRATIVO
CONECTORES: por otro lado (conecta el parrafo XI con este)
Pero (palabra de oposición)
UNIDAD I PAGINA 44
PARRAFO I
CLASIFICACION DEL PARRAFO: INTRODUCTORIO (ya que se hace la presentación del tema a tratar)
CONECTORES: no hay conectores de ideas.
PARRAFO II
CLASIFICACION DEL PARRAFO: ARGUMENTATIVO (nos da a conocer ciertos casos para un mayor convencimiento y confianza de los mensajes de la INTERNET.
CONECTORES: Enlaza el primer párrafo con el siguiente, De hecho (el cual enuncia una causa o un hecho.
PARRAFO IV
CLASIFICACION DEL PARRAFO: EXPOSITIVO (porque
nos presenta el fenómeno de los mensajes electrónicos como un documento valido a nivel jurídico).
CONECTORES: porque (da pauta para resaltar una causa)
PARRAFO VIII
CLASIFICACION DEL PARRAFO: EXPOSITIVO
CONECTORES: aunque (palabra de oposición, pues dice que los mensajes garantizan su autenticidad aunque el autor quiera mantenerse oculto)
PARRAFO XI
CLASIFICACION DEL PARRAFO: EXPOSITIVO
CONECTORES: no se hallan en dicho párrafo
2.3 NARRACION DE PARRAFOS
3. A partir de los contenidos del mòdulo y sus lecturas complementarias redactar po su cuenta un pàrrafo por cada una de las siguientes clases: Narrativo, expositivo, argumentativo, intruductorio, informativo, de enalce y de conclusiòn.
PARRAFO EXPOSITIVO
Hoy en dìa los estudiantes universitarios al realizar sus trabajos, en donde usan la redacciòn se encuentran con un inconveniente muy comùn, como es el de escribir correctamente las ideas que de ellos fluyen para que las personas cuando las lean entiendan muy bien o de forma clara lo que se quiere expresar. Eso se presenta por que muchas veces no se tiene en cuenta la importancia de las ideas al redactar los pàrrafos que van a conformar un texto, y si esto no es asì entonces el mensaje que se desea transmitir quizàs no tenga el èxito de informaciòn adecuada.
PARRAFO ARGUMENTATIVO
Para el estudiante de la educaciòn a distancia es muy importante las bases de la comunicaciòn y la composiciòn oral y escrita , ya que juega un papel muy importante en su proceso de formaciòn, tanto en la parte educativa como en lo personal, por medio de estos conocimientos que se adquieren se puede aprovechar y desarrollar al màximo de forma clara y fàcil de aprender cada una de las diferentes materias utilizando los temas vistos y aprendidos en el mòdulo.
PARRAFO NARRATIVO
El CIPAS JURISTAS UIS, fue conformado por cinco estudiantes de tecnologìa jùridica, que desde hace siete a diez años no ingresaban a un àula de clases, y decidieron asumir ese gran reto que significa la educación a distancia, dispuestos a derribar cada una de las barreras, que se puedan presentar en su proceso de formación para lograr el objetivo propuesto al tomar esa gran decisión, como es culminar con èxito su carrera y poder ejercerla.
PARRAFO INTRODUCTORIO
E l conflicto y la justicia son dos factores con los que la sociedad debe convivir, el hombre asì como tiene a diario problemas tambien tiene una soluciòn a ellos de allì que las leyes tengan como fin mediar como parte de la resoluciòn de conflictos, por eso el conocer quienes en determinada situaciòn nos pueden ayudar de manera correcta es importante. Ya que cada caso es diferente y por lo tanto tiene una soluciòn diferente pero si se aplica adecuadamente se lograrà un equilibrio social y una mejor convivencia de ahì la importancia de las leyes.
PARRAFO INFORMATIVO
El mòdulo de comunicaciòn y composiciòn oral y escrita, esta diseñado con una metodològia de aprendizaje muy clara que guiarà y orientarà a los estudiantes de las difrentes carreras a entender y desarrollar de forma fàcil y precisa cada una de las areas que desarrollarà en su proceso de formaciòn, y facilitarà al estudiante para que pueda explorar y practicar cada uno de los conocimientos adquiridos en èste mòdulo.
PARRAFO DE ENLACE
El texto es una forma de comunicaciòn por eso es importante para los estudiantes de tecnològia jùridica aprender las diferentes clases que existen. Asì como tàmbien aprender a redactar de forma correcta un pàrrafo de acuerdo a la situaciòn, desarrollar habilidades para ejercer su rol con calidad y excelencia.
PARRAFO DE CONCLUSION
Y al concluir el estudio de èste mòdulo decimos con gran emociòn, hemos culminado con èxito una parte de nuestra meta y seguiremos aprendiendo hasta llegar al final.
5.Una memoria del estudio realizado al mòdulo una reflexiòn breve (màximo dos pàrrafos) sobre lo aprendido en cada unidad, un taller de los realizados en cada unidad (el de mayor importancia para usted).
Con èste mòdulo hemos adquirido una serie de conocimientos importantes con cada uno de sus componentes aprendimos muchas cosas que a pesar de haber estudiado antes no las sabiamos, y que de ahora en adelante tendremos que poner en pràctica a diario para el ejercicio de nuestra carrera.
Todos los talleres que contenia èste mòdulo fueròn de vital importancia en nuestro proceso de aprendizaje por eso es dìficil resaltar uno en especial , ya que nos representaban una serie de retos que debiamos desarrollar para profundizar nuestro conocimiento y nuestras ideas respecto a los temas.
6. Una sìntesis de las consultas realizadas en la pàgina web descritas en el numeral 7.
Todas las lecturas o contenidos que encontramos en las pàginas web nos ayudaròn a profundizar mucho màs sobre el tema de la composición oral y escrita pero ya de una forma un poco mas profunda respecto al tema jurídico que es lo que a nosotros nos interesa y en lo que vamos a basar nuestros conocimientos y vivencias en la parte acadèmica respecto a nuestra carrera y nuestro futuro como tecnólogos jurídicos.
2.4 INTERPRETACION DE ENSAYOS
a) ENSAYO CLASICO
Con el enemigo adentro
por Marcelo Dos Santos (especial para Axxón)
Estamos acostumbrados, gracias a la monstruosa difusión que se hace del SIDA en los medios, a ver al sistema inmunitario humano como un sistema de defensa que suele ser víctima de ataques externos, principalmente por parte del malhadado retrovirus HIV.
También se ha dicho que ciertas enfermedades (varios tipos de cáncer, por ejemplo) son el resultado de una falla en el sistema inmunitario, que no distingue las células normales de las patológicas, produciéndose la enfermedad como consecuencia de tal falla.
La visión clásica (o al menos del hombre común, sobresaturado por el masivo bombardeo seudoinformativo de los medios) es, entonces, que el sistema inmunitario humano es, o bien:
a. La víctima de un ataque externo (HIV) que lo destruye, matando al paciente,
o bien
b. La víctima de una falla constructiva o de diseño (es decir, hereditaria) que lo incapacita para detectar células malignas y pone al paciente en otros graves problemas.
¿Es exacta esta mirada?
En ciertos casos. La realidad es más compleja y mucho, pero mucho más Aterradora.
El sistema inmunitario humano es, en verdad, un complejísimo y letal sistema de guerra, más eficiente que cualquier ejército. Es cierto que puede ser atacado desde fuera, como hacen las enfermedades infecciosas. Es cierto que puede sufrir una falla constitucional, como en ciertos tumores, que le impide activarse para defender a sus células normales a las que debiera proteger.
Lo que los medios recién están comenzando a descubrir es que el sistema inmunitario humano, en muchas, muchísimas ocasiones, es el responsable de enfermedades tan graves, letales y destructoras de la calidad de vida del paciente como la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoidea deformante y muchas, muchísimas, incontables, terribles enfermedades más.
No se puede vivir sin él, pero muchas veces uno muere a causa de él.
Porque, en estas enfermedades —que llamaremos enfermedades auto inmunes (EA)— por razones no muy bien conocidas, el sistema inmunitario ataca y destruye a células sanas y perfectamente normales del propio organismo. Porque sí nomás. En apariencia.
El sistema de guerra defensiva se vuelve en nuestra propia contra, como misiles propios que cayeran sobre las ciudades a las que se supone defienden.
Imaginemos que no hay un virus HIV que lo destruya. Supongamos que no hay un error que le impida detectar un cáncer incipiente.
Usted no tiene sida, tuberculosis ni cáncer. En esos aspectos, el sistema inmunitario le funciona bien.
Aún así, su sistema inmunitario puede decidir atacarlo. A usted. A su cuerpo. Y muchas veces a su mente.
Es como vivir con el enemigo adentro.
¿Estoy exagerando? De ningún modo. La especialista en inmunología y maestra de inmunólogos cubana, Dra. Elena Kokuina, dice en su trabajo "De la inmunidad a las enfermedades autoinmunes": "El estudio de las enfermedades autoinmunes acapara el interés de la comunidad científica por dos razones importantes: en primer lugar, las enfermedades autoinmunes por su frecuencia y gravedad son una notable causa de padecimientos y disminución de la vida del hombre. En segundo, el entendimiento de los trastornos que conducen a la autoinmunidad patológica podrá ayudar a descifrar los mecanismos de control de la respuesta inmune, los que mantienen el fino equilibrio biológico entre salud y enfermedad".
El texto de Kokuina nos aclara al menos dos cosas: primero que las enfermedades autoinmunes son graves y muy, muy comunes. Segundo: que aún no conocemos los motivos de estos desastres.
Pero vayamos por partes.
No todas las enfermedades autoinmunes son iguales. Básicamente, podemos dividirlas en tres clases principales:
a. Puntuales: en ellas, el sistema inmunitario ataca a un solo tipo de células, y a ninguna que no pertenezca a ese grupo. Ejemplo clásico: el sistema inmunitario, por algún motivo, odia a las células de los Islotes de Langerhaans del páncreas. Las ataca y las destruye. Como consecuencia, se desencadena la diabetes tipo 1, más correctamente llamada diabetes mellitus insulino dependiente (DMID). Los diabéticos del tipo 1 son víctimas de la traición de su propio sistema inmunitario.
b. Sistémicas: en este tipo de enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario ataca no a un grupo de células en particular, sino a todas las que forman un grupo de órganos o sistema. Ejemplo clásico: El sistema inmunitario odia a todas las células del sistema nervioso central, sin discriminar tipo ni funciones. Las ataca y las destruye. El paciente sufre entonces de esclerosis múltiple. Podríamos considerarlo una traición completa y omnímoda, dirigida a todos los habitantes de un país.
c. Generales: el sistema inmunitario odia a los componentes de múltiples sistemas, de todos ellos, o al menos, con toda seguridad, de más de uno. Ataca y destruye, por ejemplo, a las células de la piel, a las del corazón y pulmones, a las de los riñones, del sistema nervioso central y de las articulaciones. Es como tener una manada de lobos hambrientos dentro del propio cuerpo. Adecuadamente, la enfermedad que acabo de describir se conoce como "lupus" (el lobo).
Acaso el lector se sorprenda, pero la lista de enfermedades producidas por el ataque del propio sistema inmunitario es casi interminable: aparte de la diabetes, la esclerosis múltiple y el lupus, nombraremos a las alergias, las artritis, la artrosis, el SAA (Síndrome de Anticuerpos Antisfosfolipídicos, que ataca y destruye las válvulas cardíacas), el Síndrome de Sjögren (donde el sistema inmunitario ataca simultáneamente al hígado, la tiroides, el sistema nervioso periférico y los tejidos del ojo), la granulomatosis de Wegener (grave enfermedad renal), las vasculitis sistémicas (ataque a los vasos sanguíneos), la glomerulonefritis (destruye los glomérulos, estructuras renales que filtran las toxinas, convirtiendo al paciente en un enfermo renal grave), la esclerodermia (destrucción y endurecimiento de la piel), múltiples enfermedades hepáticas, la enfermedad de Behcet (úlceras en la boca y los genitales, con severa inflamación de los vasos sanguíneos del ojo), la miastenia grave (el sistema inmunitario destruye las conexiones neuromusculares), la enfermedad de Graves (el sistema inmunitario destruye ciertos tejidos de la tiroides, provocando un espantoso bocio y un hipertiroidismo severo), la dermatomiositis (destrucción del tejido conectivo de la piel y los músculos), ciertos tipos de anemia perniciosa, la enfermedad de Hashimoto (tiroiditis crónica, provocada por una reacción del sistema inmunitario contra la glándula tiroidea que culmina en un hipotiroidismo grave), el mal de Addison (ataque y destrucción de la corteza suprarrenal), la psoriasis, el pénfigo, la hemocromatosis y la enfermedad de Reiter (agresión simultánea contra la uretra, la conjuntiva del ojo, la piel, las mucosas y las articulaciones). Espero no haberlos asustado demasiado. Son tantas las cosas malas que nuestro propio sistema inmunitario puede hacernos, que por piedad me detengo aquí.
Mas, ¿cuáles son los motivos de la suicida compulsión del sistema inmunitario en estos casos? ¿Por qué decide, de buenas a primeras, revolverse contra el organismo del cual él mismo forma parte? Para entenderlo, hay que comprender cómo funciona el sistema inmunitario (cuando lo hace).
La inmunidad fisiológica (normal) reside en dos tipos de células sanguíneas: las células T y las células B, producidas, respectivamente, en el timo y la médula ósea.
No nos interesa cómo estos agentes reconocen las proteínas extrañas (virus, bacterias) ni las propias anormales (cáncer), sino cómo hacen para NO RECONOCER (y no destruir, por consiguiente) a las propias normales.
Normalmente, se generan células T y B que tienen información para atacar tejidos normales. Sin embargo, son destruidas antes de salir a la circulación, mediante un mecanismo de selección negativa. Hay un segundo proceso, llamado por Jameson y Bevan "tolerancia periférica", que mata a las T y B autoinmunes que hayan escapado al primer control.
Linfocito T humano
¿Por qué el sistema inmunitario produce células asesinas prevenidas contra el propio organismo? Porque "dada", según Koukina, "la gran diversidad proteica de los agentes patógenos, un sistema inmune que ha sido desprovisto de todo su potencia autorreactivo, probablemente tampoco podría enfrentar ningún invasor". Dicho en castellano liso y llano: muchos gérmenes contienen proteínas que también están presentes en nuestros tejidos, de ahí la característica autoinmune de muchos B y T.
De modo que los mecanismos de control de la autorreactividad (residentes en los tejidos linfáticos) se ocupan de asesinar a las células alta y moderadamente autoinmunes, pero tratan de dejar escapar un porcentaje de las de baja autorreacción, ya que le resultan útiles para atacar intrusos. Incluso algunas propiedades autoinmunes son imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema: reconocimiento amigo/enemigo en caso de vacunas, destrucción de excesivas cantidades de Factor Reumatoideo (propio, humano, pero indeseable en altas dosis), etc.
¿Qué es, entonces, una enfermedad autoinmune? La exacerbación, en cantidad y calidad, de la respuesta de estas células que reconocen tejidos propios. Ni más ni menos.
Pero, por todos los cielos: ¿por qué?
La respuesta es que no lo sabemos con certeza. Sin embargo, se hainvestigado mucho y muy bien.
Un islote de Langerhaans con su cápsula (C).
Las células del centro son las
Los estudios con ratones, centrados en el mecanismo de autoinmunidad que desata la diabetes, demuestran que los linfocitos que atacan las células del páncreas son inducidos a una autorreacción desmedida por proteínas presentes en un virus. Estas proteínas están también presentes, en forma normal, en las células pancreáticas. Von Herrath determinó en 1997 que la infección con un virus que contiene proteínas que están también presentes en las células normales, puede "confundir" en cierta forma a los linfocitos e inducirlos a atacar tejidos humanos. Es posible que la evolución de los virus los haya llevado a incluir en la estructura de su cápsula proteínas presentes normalmente en sus huéspedes, de modo de complicar la detección por parte del sistema inmunitario invadido, y de hacerlo "dudar" acerca de si un determinado producto químico es propio o extraño. Camuflaje de la peor calaña.
Más allá de este hecho científicamente demostrado, los investigadores cubanos tienen otras ideas: se ha observado que muchas enfermedades autoinmunes tienen antecedentes familiares, lo que hizo a los científicos sospechar acerca de un posible factor genético. Se supo, así, de múltiples genes heredables que provocaban o coadyuvaban a provocar enfermedades autoinmunes, pero casi ninguno de ellos ha sido identificado. "Esto se debe a la naturaleza inherente de estas complejas enfermedades poligénicas y a la diferencia en composiciones génicas de las poblaciones humanas", nos dice la inmunóloga caribeña.
No sólo los genes están involucrados en la producción de la enfermedad, sino que sus diversas combinaciones determinan, también, su curso, evolución, pronóstico y complicaciones. Acaso la presencia o ausencia de determinados genes inclinen a las células T y B a la confusión entre antígenos propios o microbianos. No obstante, el científico neoyorquino G. Nepom descubrió lo siguiente: si el factor genético es determinante, los gemelos idénticos debieran sufrir idénticas enfermedades autoinmunes. Esto no es así. En gemelos monocigóticos, la concordancia entre enfermedades autoinmunes es de apenas el 50%. ¿Por qué? Porque aparte de las infecciones y los genes, ha de haber también factores ambientales que predispongan a las enfermedades de este tipo.
Y es verdad: la exposición a los rayos UV del sol produce recaídas en los enfermos de lupus; las lesiones de esta enfermedad rara vez se observan en zonas no expuestas al sol. La exposición al frío agrava la diabetes mellitus. Muchos fármacos provocan vasculitis autoinmune (los corticoides, en primer lugar). El cloruro de mercurio produce nefritis. El PVC produce esclerodermia. Posiblemente las siliconas que se implantan en los pechos produzcan artritis reumatoidea. El tabaquismo aumenta el riesgo de contraer patologías oculares en la enfermedad de Graves.
La influencia de la dieta es complicada: el exceso de calorías ingeridas, de ácidos grasos, vitaminas y zinc predisponen al desarrollo de varias enfermedades autoinmunes (aunque cueste creerlo).
El destete precoz y la exposición temprana a la leche de vaca se consideran desencadenantes (suena horrible, pero es cierto) de la diabetes autoinmune (mucho más grave, dicho sea de paso, que la del tipo 2 o "no insulinodependiente").
En cualquier caso, hoy día la mayoría de los inmunólogos están contestes en que la principal —ya que no la única— influencia patogénica en la producción de enfermedades autoinmunes es la infección de virus, tanto por la "confusión" ya explicada por parte del sistema inmunitario entre la proteína viral y la misma proteína humana, o por un trastorno de conducta de los linfocitos provocados por el mismo virus.
Se ha conseguido una lista de virus propuestos como responsables de algunas enfermedades autoinmunes. Podemos citar algunos:
HTLV-1
Si usted está bien inmunizado contra el virus HTLV-1, que causa la leucemia humana tipo 1, no contraerá leucemia, pero su sistema inmune puede reaccionar contra su tejido articular. Usted tendrá entonces una artropatía leve o grave, según lo afortunado que sea.
El LCMV, virus responsable de la linfocoriomeningitis, puede perfectamente no provocarle la meningitis (el sistema inmunitario lo identifica y lo destruye), pero sí inducir al sistema inmunitario a que a la vez ataque y destruya sus propios glóbulos rojos. Tal el origen de la anemia hemolítica.
Virus de la hepatitis B
El virus de Epstein-Barr (pariente del herpes y agente de la mononucleosis y del síndrome de fatiga crónica) y su primo el HHV-6 (herpes humano tipo 6) a veces no provocan mononucleosis, síndrome de fatiga, herpes ni culebrilla, sino que pueden hacer que el sistema inmunitario ataque al sistema nervioso central y el paciente se convierta en víctima de la esclerosis múltiple (claro está, ésta no es la única causa de esa enfermedad).
En otros casos, el Epstein-Barr puede hacer que usted destruya sus riñones, cara y otros tejidos (usted, porque el sistema inmunitario es también parte de usted) y desencadena el lupus eritematoso sistémico.
El virus de la hepatitis C, HCV, no siempre causa hepatitis, sino que se lo ha asociado con la miastenia grave, una destructiva enfermedad autoinmune.
El virus Coxsackie B (CVB) es un enterovirus, pariente del de la polio, responsable de una furibunda enfermedad que produce parálisis, encefalitis e inflamación del corazón y los pulmones. Altamente mutable, es espantosamente mortífero, en especial para los niños pequeños. Pues bien: el CVB, junto con el virus de la rubéola, pueden obligar al sistema inmunitario a atacar el páncreas. El resultado será la diabetes insulinodependiente.
Virus Coxsakie B, culpable de la diabetes
Por último, el HSV-1 o virus del herpes simple del tipo 1, es muy capaz de no provocar el herpes (enfermedad infecciosa) sino la queratitis herpética (molesta enfermedad autoinmune).
El panorama, pues, es complejo y difícil de desentrañar. Las nuevas terapias genéticas (incluso los estudios sobre transgenicidad), la investigación y una mejor comprensión de los mecanismos biomoleculares que gobiernan el complejo y peligroso comportamiento del sistema inmune y el control de los factores ambientales predisponentes tal vez nos lleven, en un futuro aún no muy previsible, a poder tratar —o por lo menos paliar— las gravísimas consecuencias de esta pléyade de enfermedades producidas por nuestro propio cuerpo.
El traidor podrá, en algún momento, ser puesto bajo control de sus mandos naturales.
Hasta entonces, tendremos que seguir conviviendo con el enemigo que se esconde dentro de nosotros mismos.
b) Ensayo contemporáneo
La Andalucía trágica
Azorín
¿No os habéis despertado una mañana, al romper el día, después de una noche de tren, cansados, enervados, aún los ojos del austero paisaje de la Mancha, frente a este pueblo que un mozo de estación con voz lenta, plañidera, melódica, acaba de llamar Lora del Río? Asomaos a la ventanilla del coche; tended vuestras miradas por la campiña; el paisaje es suave, claro, plácido, confortador, de una dulzura imponderable. Ya no estamos en las estepas yermas, grises, bermejas, gualdas, del interior de España; ya el cielo no se extiende sobre nosotros uniforme, de un añil intenso, desesperante; ya las lejanías no irradian inaccesibles, abrumadoras. Son las primeras horas del día; una luz sutil, opaca, cae sobre el campo; el horizonte es de un color violeta nacarado; cierra la vista una neblina tenue. Y sobre este fondo difuso, dulce, sedante, destacan las casas blancas del poblado y se perfila pina, gallarda, aérea, la torre de una iglesia, y emergen, acá y allá, solitarias, unas ramas curvadas, unas palmeras. ¿Qué hay en este paisaje que os invita a soñar un momento y trae a vuestro espíritu un encanto y una sugestión honda? ¿Es el pueblo que se columbra a lo lejos bañado por esta luz difusa de la mañana? ¿Son las paredes blancas que irradian iluminadas por el sol que ahora nace? ¿Es este hálito profundo de sosiego que en este punto respiramos? Pero la voz plañidera de antes ha vuelto a resonar en los andenes; el tren torna a ponerse en marcha; poco a poco va perdiéndose, esfumándose a lo lejos el pueblo; apenas si las fachadas diminutas refulgen blanquecinas. Y vemos extensas praderías verdes, caminos que se alejan serpenteando en amplios recodos, cuadros de olivos cenicientos, tablares de habas, piezas de sembradura amarillenta. Y en el fondo, limitando el paisaje, haciendo resaltar toda la gama de los verdes, desde el oscuro hasta el presado, un amplio telón de un azul sombrío, grisáceo, plomizo, negruzco, se levanta. Y ante él van pasando y perfilándose durante unos momentos los cortijos blancos, los pueblecillos con sus torres sutiles, las ringleras de álamos apartados, los anchurosos rodales de alcacel tierno. El tren corre vertiginoso. Ahora aparece un pedazo de río que hace un corvo y hondo meandro, bordeado de arbustos que se inclinan sobre sus aguas; ahora surge un huertecillo con una vieja añora, rodeado de frutales en flor; ahora unos inmensos trigos aparecen y desaparecen rápidamente, cuajados de florecillas rojas, de florecillas gualdas, de florecillas azules. El tren corre, corre veloz. Nuestras miradas descubren otro pueblo: es Cantillana. Abajo, en primer término, paralela a la vía, corre una línea de piteras grisáceas; más arriba destaca una línea de álamos; por entre los claros del ramaje asoman las casas blancas del poblado; y más lejos aún, por lo alto del caserío, la serranía adusta, hosca, pone su fondo zarco. Y en sus laderas, rompiendo a trechos la austeridad del azul negro, aparecen cuadrilongos manchones de un verde claro.
Ya la mañana ha ido avanzando. El cielo, pálido, suave, se muestra rasgado en la lejanía por largas y paralelas fajas blancas. Ya nos acercamos al término del viaje; torna a aparecer en lontananza otro poblado por entre los espacios de ramaje: es Brenes. Luego vemos de nuevo el río en otra sinuosidad callada, con sus aguas terrosas; después volvemos a contemplar otro camino que se pierde allá en los montes; más tarde viene por centésima vez otro ancho prado, llano, aterciopelado, por el que los toros caminan lentos y levantan un instante sus cabezas al paso del convoy...
El tren sigue corriendo. Allá en la línea del horizonte, imperceptible, velada ante la bruma, aparece la silueta de una torre. Nos detenemos de pronto ante una estación rumorosa. ¿No véis aquí ya, en los andenes, yendo y viniendo, los tipos castizos, pintorescos, de la tierra sevillana? ¿No observáis ya estos gestos, estos ademanes, estos movimientos tan peculiares, tan privativos de estos hombres? ¿No archiváis para vuestros recuerdos esta manera de comenzar a andar, lentamente, mirando de cuando en cuando las puntas de los pies? ¿Y este modo, cuando se camina de prisa, de zarandear los brazos, tendidos a lo largo del cuerpo, rítmicamente, sin chabacanismos, con elegancia? ¿Y esta suerte de permanecer arrimados a una pared o a un árbol, con cierto aire de resignación suprema y mundana? ¿Y el desgaire y gallardía con que un labriego o un obrero llevan la chaquetilla al hombro? ¿Y esta mirada, esta mirada de una profunda y súbita comprensión, que se os lanza y que os coge desde los pies a la cabeza? ¿Y este encorvamiento de espaldas y de hombros que se hace después de haber apurado una copa? La gente va, viene, grita, gesticula a lo largo de los andenes: "¡Manué! ¡Rafae! ¡Migué!", dicen las voces; retumban los golpazos de las portezuelas; silba la locomotora; el tren se pone en marcha.Y entonces la distante silueta de la torre gallarda va rápidamente destacándose con más fuerza, creciendo, surgiendo limpia, esbelta, por encima de una espesa arboleda, entre unos cipreses negros, sobre el fondo de un delicado, maravilloso cielo violeta. Y ya comienzan a desfilar los almacenes, las fábricas, los talleres que rodean a las grandes ciudades. Estamos en Sevilla. El tren acaba de detenerse. Cuando salís de la estación, un tropel de mozos, de intérpretes, de maleteros, os coge el equipaje; un turbión de nombres de hoteles entra en vuestros oídos. Mas vosotros sabéis que estos hoteles son iguales en todas las latitudes; vosotros tenéis ansia de conocer cuanto antes, en tal cual viejo mesón, en éste o en el otro castizo parador; a todas estas sevillanas, a las cuales el poeta Musset quería dar unas terribles serenatas "que hiciesen rabiar a todos los alcaldes, desde Tolosa al Guadalete":
A faire damner les alcaldes2 de Tolose au Guadeleté.
Y estos empecatados mozos y caleseros no os entienden; tal vez se han acabado ya los mesones y paradores clásicos en Sevilla. Y así, os conducen rápidos, frívolos, a una fonda que tiene un blanco y limpio patio en el centro, y en que hay unas mecedoras y un piano. Esto os place, sin duda; mas vosotros no tardáis en dejar este patio, estas mecedoras y este piano y en saltar sobre el primer tranvía que pasa por la puerta. Las calles son estrechas, empedradas, limpias, sonoras; parece que hay en ellas una ráfaga de alegría, de voluptuosidad, de vida desenvuelta e intensa. Veis los patios nítidos y callados de las casas a través de cancelas y vidrieras; en las fachadas de vetustos caserones destaca la simbólica madeja; pasan raudas, rítmicas, las sevillanas con flores rojas o amarillas en la cabeza; leéis en los esquinazos de torcidas callejas estos nombres tan nobles, tan sonoros de Mañara, de Andueza, de Rodríguez Zapata; en los balcones cuelgan ringlas de macetas, por las que desborda un raudal de verdura. El tranvía corta vías angostas, cruza plazas, corre a lo largo de anchas avenidas con árboles.
-¿Y Salú?- le grita al cobrador una mujer desde la acera.
El cobrador es un sevillano menudito, airoso, que lleva colgada sobre el hombro la bolsa con una elegancia principesca.
- ¡Hoy tá mehó! - contesta a la pregunta con una voz sonora.
Hemos pasado junto a la catedral; atrás queda la cuadrada y gentil Giralda; cruzamos frente la puerta de San Bernardo; a dos pasos de aquí se columbra el matadero. ¡No son estos mozos que platican en estos corros los célebres y terribles jiferos sevillanos de que nos habla Cervantes en Los perros de Maudes! 3
Y después, por las afueras de la ciudad bordeamos las viejas, dentelleadas murallas y tornamos a internarnos en las callejas serpenteantes; los vendedores lanzan sus salmodias interminables y melancólicas; en un mercado un viejo hace subir y bajar por largas cañas unas figurillas de cartón. ¿No veis en este hombre un filósofo auténtico? ¿No os agradaría tener una amena conversación con este sevillano?
Mas todavía existen otros seres más filosóficos en Sevilla; pensad en estos barberos enciclopédicos que vemos al pasar frente a sus barberías; pensad también en estos increíbles pajareros que hacen maravillas estupendas con sus pájaros, de todos tamaños y colores. ¿No hay en el ambiente de esta ciudad algo como un sentido de la vida absurdo, loco, jovial, irónico y ligero? ¿No es esta misma ligereza, rítmica y enérgica a la par, una modalidad de una elegancia insuperable? Las ideas se suceden rápidamente; la vida se desliza en pleno sol; todas las casas están abiertas; todos los balcones se hallan de par en par; gorjean los canarios; tocan los organillos; los mozos marcan sobre las aceras cadenciosos pases de vals; se camina arriba y abajo por las callejas; se grita con largas voces melodiosas; los músculos juegan libremente en un aire sutil y templado; livianos trajes ceñidos cubren los cuerpos. Y así, en este medio de enervación, de voluptuosidad, nacen las actitudes gallardas, señoriles y un descuido y una despreocupación aristocrática nos hacen pasar agradablemente entre las cosas, lejos de las quimeras y los ensueños hórridos de los pueblos del Norte...
Mas nuestro paseo ha terminado; se va acercando la hora de dejar Sevilla. Hay otros moradores en tierras andaluzas para quienes la vida es angustiosa. Esa es la Andalucía trágica que ha venido por lo pronto a buscar el cronista. Aquí queda nuestra ilusión de un momento por todas estas sevillanas que caminan airosas por las callejas con la flor escarlata en sus cabellos de ébano.
(El Imparcial, 3 abril 1905; en Los Pueblos, OC, II, 204)
2 Musset: V Andalouse (La marquesa d'Amaegui).
3 Es, por supuesto, el más comúnmente llamado Coloquio de los perros.
INTERPRETACION DE LOS ENSAYOS
Las similitudes que he hemos encontrado entre estos dos es que defienden su propio punto de vista y sus temas son muy objetivos; presentan un léxico con voluntad de claridad y corrección.
Su diferencia en cuanto a la tesis, es que la clásica su intención es de exponer e informar un hecho, y el contemporáneo es mas histórico, mas de narraciones pues despierta la curiosidad e interés ofreciendo una lectura impresionista.
BIBLIOGRAFIA
MORENO GONZALEZ MARIA CONSUELO, Modulo Comunicación y composición oral y escrita. Instituto de Educación a distancia. 2001.
GOMEZ SIERRA Francisco. Constitución Política de Colombia. Editorial Leyer, 2006. Bogota. D. C.
http://marcelodossantos.com.ar
es.wikisource.org/wiki/categoría:ensayos_de_Azorin-13k-
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1 comentario:
trabajo bien realizado. Calificación 4.0
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